lunes, 16 de febrero de 2009

Entrevista a Sergio Cabrera, cineasta: "Cuando hago cine siento que hablo a la gente al oído; esas ideas quedan ahí y quizás en el futuro florezcan"

Sergio Cabrera nació en Medellín en 1950, es hijo de actores españoles exiliados en Colombia debido al régimen franquista. A la edad de 10 años se traslada con su familia a China, donde terminó su educación en Pekín, a sus 16 años fue guardia rojo en dicho país. A su regreso a Colombia llegó influenciado por la Revolución Cultural china, esquema de pensamiento que inicialmente le impactó, se uniría a la guerrilla del Ejercito Popular de Liberación a sus 19 años y desertaría a los 23. Volvió a China en la década de los años 1970, pero esta vez decidido más bien a estudiar filosofía y hacer cine en sus tiempos libres. En esta época realizó sus primeros cortometrajes.
En 1975 se trasladó a Londres para estudiar cine en el London Film School. En lo sucesivo se dedicó a este arte, en el cual hasta hoy día, se ha distinguido internacionalmente. Su pasión es "contar historias".
Ha dirigido seis largometrajes, doce cortometrajes y muchos documentales y series para televisión, al igual que algunas telenovelas. Ha sido director de fotografía, productor, editor, actor y co-guionista.
En España es más conocido por la serie “Cuéntame” que se ha convertido en un éxito de audiencia en nuestro país y también fuera de él.


- Sergio a pesar de que tus padres son españoles, tu te has criado entre Colombia y China. En la serie “Cuéntame” ¿Cómo has conseguido transmitir tan bien la evolución social e histórica de nuestro país en ese periodo en particular?
Esto es más mérito del guionista y del productor de la serie. La productora tiene un departamento de documentación muy completo donde puedo encontrar todo tipo de información, como por ejemplo los titulares de todos los periódicos de la época.
Para un director cuando las cosas están bien escritas es fácil. Pienso en las familias que conozco, incluso de diferentes nacionalidades. Pueden cambiar las actitudes, las formas, pero no las historias. Un director tiene que ser muy observador y construir un imaginario. En el caso de la familia Alcántara es muy fácil. Creo que lo que le gusta a la gente de “Cuéntame” no es la parte histórica sino ese mundo romántico de una familia que tiene sus sueños, sus ilusiones. Lo que a la gente le gusta es verse reflejado.

- El cine latinoamericano que llega a España es muy diferente del cine americano o europeo ¿Qué piensas que lo hace especial y diferente para el público europeo?
El cine latinoamericano se diferencia incluso por razones geográficas y ha bebido de las dos vertientes, la americana y la europea. Para mí el cine latinoamericano es más generoso en el tratamiento de los temas, creo que el cine español se encierra más en si mismo y esto hace que no se entienda fuera de España. Por ejemplo películas maravillosas como “Los lunes al sol” no se entienden desde fuera, quizás las excepciones sean Almodovar o Amenabar, este último es probablemente el que utilice una estructura más internacional.
Algo que encuentro incomprensible en el cine español es que los productores españoles, pudiendo tener un público de 200 millones de personas, jamás tocan a los personajes latinoamericanos y dan la espalda a sus espectadores potenciales.

- Hace poco tuvimos la suerte de conocer a Humberto Solás (cineasta cubano) que nos habló de su visión del cine y cómo quiere reflejar a través de él la visión social de su país. ¿Qué quiere transmitir Sergio Cabrera a través del cine?
En general en nuestros países no hemos tenido nunca acceso a una educación y a una cultura propias, somos países colonizados a medias que nunca tuvieron sus revoluciones culturales y que se han quedado medio parapetados.
Cualquier cambio tiene que pasar por reeducar, recordando y conociendo los protocolos básicos de la vida, como por ejemplo que la gente no se mata, eso lo han olvidado. Reeducar en la tolerancia, olvidar el rencor, esto es un trabajo complejísimo. El cine no cambia los países o la gente pero es una herramienta complementaria que junto con otras disciplinas como la literatura pueden ayudar a modificar cosas. Cuando hago cine siento que hablo a la gente al oído, esas ideas quedan ahí y quizás en el futuro florezcan.
He hecho muchas películas sobre la solidaridad, la tolerancia, eso ayuda a crear otro ambiente. La razón profunda es porque esta forma de contar historias es una forma de hablar con la gente.
En España todo se ha mercantilizado y el espíritu social romántico antiguo se ha perdido. Aquí es muy evidente el triunfo del nihilismo, eso lo he visto también en china, allí el cambio ha sido gigantesco y el dinero es lo único importante.

- En una entrevista tuya hablas sobre el personaje que interpreta tu padre en “La estrategia del caracol”, y dices que el espíritu de resistencia del hombre que sueña con un mundo mejor y que piensa que vale la pena luchar para cambiar las cosas es una forma de volver a apostar por el futuro. Esto sorprende a los españoles mucho más escépticos ¿crees que en países como Colombia el espíritu de lucha y esperanza está más vivo que en el nuestro?
Son mundos diferentes, tenemos la noción de que estamos naciendo. Somos países jóvenes con muchas equivocaciones, pero esto forma parte del proceso. La gente apuesta y cree más en el cambio. Aquí uno siente que los países están cansados. Hay un sentimiento de que ya está todo hecho, y muy bien. Los países latinoamericanos son muy jóvenes, apenas cumplen doscientos años como países.

- Defiendes la influencia teatral en el cine. En un mundo que se encuentra bajo el enorme poder de la imagen como se puede llegar al público a través de la palabra ?
El público está ávido de buenas películas y en el caso de España este público preferiría el cine español si tuviera la suficiente promoción. Es un circulo vicioso difícil de romper. Pero creo que la gente prefiere su cine nacional, lo que pasa es que las grandes distribuidoras son tan poderosas que es difícil plantarles cara. Esto hace que sea muy difícil llegar a la gente. Estas multinacionales gastan más en promocionar una película de lo que pueda costar una película española. Si uno ve la tele puede pensar que si se hiciese un cine de acuerdo al país tendría mucho más éxito del que tiene ahora.

- Estás en Carmona como profesor del curso de cine de la Universidad Pablo de Olavide ¿Qué historias quieren contar los jóvenes? ¿Qué buscan a través del cine?
La gente joven es muy consciente del poder de la comunicación audiovisual y mi taller tiene mucho que ver con esto. Creo que el lenguaje cinematográfico es más sencillo que el escrito. Lo que cuenta en el cine es tener una buena historia.
García Márquez usa el mismo diccionario, las mismas palabras, pero él sueña más, ha vivido más. Lo difícil es escoger entre todas las vivencias que uno ha tenido en la vida una que merezca la pena contar.
Las historias que la gente quiere ver son las que tienen que ver con su vida, con sus emociones. Cuando se hace así la geste lo recibe muy bien.
Lo peligroso es querer copiar el cine americano, esto es la autovía hacia el fracaso. La gran riqueza de los cines nacionales es contar historias propias y a su manera.

- ¿En qué proyecto te encuentras trabajando actualmente?
Ahora mismo empiezo la novena temporada de “Cuéntame” que empieza a rodarse en Mayo. Y además tengo dos proyectos desde hace dos años pero debido a que estoy haciendo televisión no encuentro tiempo para el cine. Cada capítulo de cuéntame toma por lo menos un mes de trabajo.
Uno de los proyectos es para rodar en Colombia y dos en España. Uno es muy personal y el otro es una película que me han pedido de corte comercial, pero a la quisiera dar un toque más personal. En la televisión me adapto a la producción pero hasta ahora nunca he hecho películas que no haya sentido como mías.

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