- Trinidad, ¿cómo tuviste noticia del descubrimiento del mosaico?
Nosotros desde el servicio de arqueología estábamos haciendo un seguimiento, es nuestra misión, no nos ocupamos solo de los solares sino también de todas las obras de infraestructuras como alumbrado, alcantarillado, etc. Aquel día me tocaba vigilar esa zona y tuve la suerte de ser la primera en ver el mosaico. Ha influido mucho la sensibilidad de los operarios que pararon nos llamaron, hemos tenido también mucha suerte con las muchachas de AEPSA Mª Ángeles Sollero y Mª Dolores de los Santos, sin ellas no hubiésemos podido hacer el trabajo tan rápidamente.
- ¿Cuál fue tu primera impresión al verlo?
Mucha emoción y satisfacción porque estaba en buen estado de conservación. Cuando siguió extendiéndose nos pusimos aún más contentos y vimos que no era en blanco y negro como los últimos mosaicos encontrados en Carmona. Este es polícromo, figurativo y con dibujos muy elaborados, tiene calidad pictórica gracias al sombreado y a la expresión, no es una figura estática. Tuvimos mucha suerte porque a parte del público, personas amantes de la arqueología en Carmona nos ofrecieron su documentación particular con datos que son muy interesantes para saber más sobre este mosaico.
- ¿Cuáles son las primeras actuaciones que se hicieron?
Lo primero fue documentar los rellenos que estaban encima del mosaico. Eran sobre todo medievales y romanos del periodo de abandono de la casa. Este material está en el Museo pendiente de estudio. Después se procedió a la limpieza del mosaico para ver su estado de conservación, que es muy bueno. Sabemos que es solo una parte del mosaico, está roto en todo su perímetro y en la parte central de la calle, esto se debe a una obra que se hizo en el siglo XIX para la acometida del alcantarillado y que se había mantenido casi inalterable ya que desde entonces solo se habían cambiado los tubos. Cuando se hizo esta obra fue cuando se encontraron los mosaicos que se encuentran en el salón de plenos del Ayuntamiento. Al hacer la zanja actual se ha visto que alrededor estaba el mosaico. Las partes que faltan son por pozos ciegos de época medieval. Hemos tenido que limpiarlo con instrumentos de madera y estropajo de fibra vegetal para no arañarlo. Se dibujó, se tomaron las cotas, se midieron las orientaciones. Esto nos ayuda a reconstruir el urbanismo romano en la zona y a saber la reparcelación posterior. Entonces empezó la labor de dos restauradores. Una vez el mosaico limpio lo entelaron con una especia de gasa y un adhesivo. Lo dividieron por zonas de trabajo y una vez señaladas las fueron cortando con mucho cuidado adaptándose a las líneas del dibujo. Entonces con unas lancetas o barras de hierro separaron el mosaico y su cama de la tierra y pusieron unas tablillas de madera para transportarlas.
- ¿Se tuvo que trabajar muy rápido?
Rápido pero seguro, porque el miedo era la lluvia y además había estado muchos días expuesto, aunque la policía ha estado todas las noches allí velando por su seguridad. Además estaba la prisa para poder proseguir con la obra de la calle. Sin el trabajo en equipo no se hubiera podido completar esta tarea en tan poco tiempo. Nos salió todo sobre ruedas y todo Carmona se volcó, eso es lo que me produce más satisfacción. Los grupos políticos, las amas de casa (que nos traían agua para beber), la gente en general se identificó con su patrimonio. Normalmente la gente no se sensibiliza tanto, a nosotros mismos nos sorprendió.
- ¿Cuál es el futuro de este mosaico?
Ahora mismo ser restaurado, ponerle unos soportes fuertes y poderlo exponer para que la gente disfrute de él. Todos los mosaicos encontrados en Carmona se quedan aquí pero el sitio exacto se determinará en su momento.
Parte de nuestro trabajo ahora es hacer una memoria con todos los datos aislados y con ellos estudiar la planta del mosaico, si era de una o varias figuras, ver si era un edificio público o privado, ponerlo en relación con otros hallazgos encontrados en la plaza de abastos (antiguo solar del Convento Santa Catalina).
Ha sido una semana muy intensa pero ha merecido la pena porque en un momento así todo el mundo se vuelca con el patrimonio. En vez de considerarse un lastre de cara a la construcción porque se paran las obras y se cortan las calles ha servido para ver que el patrimonio puede ser un elemento de unión y de satisfacción.
- ¿Crees que habrá servido para que la gente valore el trabajo de los arqueólogos?
Yo creo que sí, la gente tiene que saber que no paramos las obras para dar la lata a nadie sino para reconstruir nuestro pasado.
Nosotros desde el servicio de arqueología estábamos haciendo un seguimiento, es nuestra misión, no nos ocupamos solo de los solares sino también de todas las obras de infraestructuras como alumbrado, alcantarillado, etc. Aquel día me tocaba vigilar esa zona y tuve la suerte de ser la primera en ver el mosaico. Ha influido mucho la sensibilidad de los operarios que pararon nos llamaron, hemos tenido también mucha suerte con las muchachas de AEPSA Mª Ángeles Sollero y Mª Dolores de los Santos, sin ellas no hubiésemos podido hacer el trabajo tan rápidamente.
- ¿Cuál fue tu primera impresión al verlo?
Mucha emoción y satisfacción porque estaba en buen estado de conservación. Cuando siguió extendiéndose nos pusimos aún más contentos y vimos que no era en blanco y negro como los últimos mosaicos encontrados en Carmona. Este es polícromo, figurativo y con dibujos muy elaborados, tiene calidad pictórica gracias al sombreado y a la expresión, no es una figura estática. Tuvimos mucha suerte porque a parte del público, personas amantes de la arqueología en Carmona nos ofrecieron su documentación particular con datos que son muy interesantes para saber más sobre este mosaico.
- ¿Cuáles son las primeras actuaciones que se hicieron?
Lo primero fue documentar los rellenos que estaban encima del mosaico. Eran sobre todo medievales y romanos del periodo de abandono de la casa. Este material está en el Museo pendiente de estudio. Después se procedió a la limpieza del mosaico para ver su estado de conservación, que es muy bueno. Sabemos que es solo una parte del mosaico, está roto en todo su perímetro y en la parte central de la calle, esto se debe a una obra que se hizo en el siglo XIX para la acometida del alcantarillado y que se había mantenido casi inalterable ya que desde entonces solo se habían cambiado los tubos. Cuando se hizo esta obra fue cuando se encontraron los mosaicos que se encuentran en el salón de plenos del Ayuntamiento. Al hacer la zanja actual se ha visto que alrededor estaba el mosaico. Las partes que faltan son por pozos ciegos de época medieval. Hemos tenido que limpiarlo con instrumentos de madera y estropajo de fibra vegetal para no arañarlo. Se dibujó, se tomaron las cotas, se midieron las orientaciones. Esto nos ayuda a reconstruir el urbanismo romano en la zona y a saber la reparcelación posterior. Entonces empezó la labor de dos restauradores. Una vez el mosaico limpio lo entelaron con una especia de gasa y un adhesivo. Lo dividieron por zonas de trabajo y una vez señaladas las fueron cortando con mucho cuidado adaptándose a las líneas del dibujo. Entonces con unas lancetas o barras de hierro separaron el mosaico y su cama de la tierra y pusieron unas tablillas de madera para transportarlas.
- ¿Se tuvo que trabajar muy rápido?
Rápido pero seguro, porque el miedo era la lluvia y además había estado muchos días expuesto, aunque la policía ha estado todas las noches allí velando por su seguridad. Además estaba la prisa para poder proseguir con la obra de la calle. Sin el trabajo en equipo no se hubiera podido completar esta tarea en tan poco tiempo. Nos salió todo sobre ruedas y todo Carmona se volcó, eso es lo que me produce más satisfacción. Los grupos políticos, las amas de casa (que nos traían agua para beber), la gente en general se identificó con su patrimonio. Normalmente la gente no se sensibiliza tanto, a nosotros mismos nos sorprendió.
- ¿Cuál es el futuro de este mosaico?
Ahora mismo ser restaurado, ponerle unos soportes fuertes y poderlo exponer para que la gente disfrute de él. Todos los mosaicos encontrados en Carmona se quedan aquí pero el sitio exacto se determinará en su momento.
Parte de nuestro trabajo ahora es hacer una memoria con todos los datos aislados y con ellos estudiar la planta del mosaico, si era de una o varias figuras, ver si era un edificio público o privado, ponerlo en relación con otros hallazgos encontrados en la plaza de abastos (antiguo solar del Convento Santa Catalina).
Ha sido una semana muy intensa pero ha merecido la pena porque en un momento así todo el mundo se vuelca con el patrimonio. En vez de considerarse un lastre de cara a la construcción porque se paran las obras y se cortan las calles ha servido para ver que el patrimonio puede ser un elemento de unión y de satisfacción.
- ¿Crees que habrá servido para que la gente valore el trabajo de los arqueólogos?
Yo creo que sí, la gente tiene que saber que no paramos las obras para dar la lata a nadie sino para reconstruir nuestro pasado.
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