Entrevista cuaresmal: Gabriel Mateo, costalero

Gabriel Mateo Arias

31 años. Diplomado en Educación Física. Costalero.

¿Ha existido una época que podamos denominar como “boom cofrade”?

No. En Carmona siempre ha habido tradición y afición por la Semana Santa. Ahora veo mucha gente implicada. Aunque creo también que ha podido existir un cierto “boom” en algunos sectores cofrades, como entre costaleros y capataces.

¿Nuestras hermandades viven con los tiempos o están anticuadas?

A mi parecer, las hermandades llevan años adaptándose a los nuevos tiempos: poco ha poco está tomando su lugar la juventud, cada vez hay más mujeres, este año precisamente tenemos una mujer pregonera, se están usando cada vez más las nuevas tecnologías. Sin embargo, aún quedan algunos flecos entre la gente más tradicional.

¿Qué piensa que abundan más, las hermandades preocupadas por su puesta a punto o las que buscan cumplir sus reglas?

Es difícil de decir, hay de todo. Sin embargo es injusto generalizar porque existen muchas hermandades comprometidas con la sociedad.

¿Sabe la Iglesia aprovechar el poder de atracción de las hermandades?

No. La Iglesia se pone en contra en ocasiones de las hermandades. Se preocupa sobre todo en imponer y olvidan que a través de ellas podrían hacer mucho más. De todas formas se está avanzando en temas como la formación, la catequesis de adultos y la espiritualidad.

¿Por qué las hermandades llenan sus filas de nazarenos y costaleros y las iglesias están vacías?

Para muchas personas la Semana Santa es más tradición popular que religiosidad. La gente va como mucho a los cultos de su hermandad pero creo que cada vez son menos practicantes.

Hay sectores de la Iglesia que se sienten atacados. ¿Las hermandades también? ¿Por quién?

Por los que no comparten la idiosincrasia de la Semana Santa, sobre todo los que ven mal el tema del patrimonio en las hermandades, los estrenos…

¿La crisis afecta a las hermandades? ¿Cómo?
En las hermandades no hay crisis porque son independientes económicamente. Siempre se han buscado los trucos para conseguir lo necesario para que funcionen. De momento, creo que no les afecta. Creo que a nivel particular, de cada hermano, sí se están viendo afectadas.

¿Las hermandades pueden hacer algo ante la crisis?

Sí, claro, colaborar tanto con cáritas en la recogida de alimentos, financiando proyectos, etc. En este campo tienen mucho que decir los grupos jóvenes.

¿Crees que debería cambiar algo de la Semana Santa?

La gente debe preocuparse por la Semana Santa de Carmona, que sirva para agrupar, no para dividir. Habría que dejar de utilizar a las hermandades para tener poder, sobre todo algunas sagas familiares. Creo que lo importante es que todos vayamos a una. Deberíamos tener especial cuidado con las cuadrillas de capataces y costaleros, corren peligro de irse de las manos al convertirse en cuadrillas “profesionales” formadas por “sacapasos” y costalerillos sevillanos que ya saben de todo. Esto debe cambiar.
Igualmente pienso que las Juntas de Gobierno deben ser más democráticas donde poder hablar con tranquilidad y libertad.

Díganos algo que quiera añadir y no le hayamos preguntado.

La Semana Santa la debemos ver como algo nuestro e intentar mejorarla. Debemos evitar usarla para escalar socialmente, para difamar, para fomentar conflictos. Debemos acabar con la rivalidad entre hermandades.